El progreso de la tecnología de los VE se hace evidente en cifras. Uno de los primeros VE, el EV1 de General Motors de 1996, tenía una autonomía de unos 110 km y tardaba varias horas en alcanzar una carga completa. Casi tres décadas más tarde, el Tesla Model 3 Long Range RWD de 2024 promete recorrer 700 km con una sola carga. Además, una estación Supercharger puede añadir cientos de kilómetros a su ruta en solo 15 minutos.
Ante avances tan impresionantes, la electrificación de las flotas es un tema candente en la industria del transporte, que provoca numerosas polémicas entre expertos, empresas y consumidores. Algunos están ansiosos por unirse al movimiento, atraídos por los beneficios medioambientales y las ventajas fiscales, mientras que otros se mantienen escépticos debido a los elevados costes de la inversión o a la limitada infraestructura de recarga. Sin embargo, una cosa está clara: las empresas del sector de gestión de flotas, incluidos los proveedores de servicios telemáticos, deben seguir de cerca esta tendencia.
Este artículo del blog analiza las ventajas y los retos de la transición a la tecnología eléctrica, ayudándole a comprender las tendencias del sector y a decidir si su empresa debe prepararse para esta transformación.
En las últimas décadas, el sector del transporte ha avanzado significativamente hacia prácticas más ecológicas y los vehículos eléctricos se han convertido en un elemento crucial de esta transformación.
La electrificación de flota en una empresa consiste en la transición de vehículos de gasolina o diésel a vehículos eléctricos. Abarca varios tipos de transporte por carretera, desde los vehículos de dos y tres ruedas, el segmento más electrificado, hasta los camiones medianos y pesados, que son los más difíciles de electrificar debido al tamaño y el coste de las baterías.
En 2024, Wialon destacó la electrificación de las flotas como una de las principales tendencias del sector de la gestión de flotas. Esta tendencia está impulsada por la creciente penetración de los vehículos eléctricos en el mercado. Los principales fabricantes de automóviles están apostando fuerte por los modelos eléctricos. En 2024, Jaguar Land Rover puso fin a las ventas de coches con motor de combustión interna (ICE) en el Reino Unido, con el fin de tener una gama totalmente eléctrica para 2026. Volvo aspira a vender entre un 90% y un 100% de coches eléctricos para 2030 y Volkswagen planea dejar de vender coches con motor de combustión interna en Europa para 2035. Cabe señalar que estos audaces objetivos no siempre se materializan. Por ejemplo, en 2024, Mercedes-Benz redujo sus ambiciones eléctricas y Ford anunció el cambio de modelos totalmente eléctricos a más híbridos.
A pesar de estos retrasos, el informe Global EV Outlook 2024, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), dibuja un futuro prometedor para la tecnología de los vehículos eléctricos. Si además se amplía la infraestructura de recarga, en 2035 la mitad de los coches vendidos en todo el mundo podrían ser vehículos de batería o híbridos enchufables.
Analicemos las ventajas más convincentes de la electrificación de las flotas, que están impulsando la industria automovilística hacia la incorporación masiva de vehículos eléctricos y, como consecuencia, animando a los proveedores de servicios telemáticos a seguir el ritmo del cambio.
El cambio a los VE está ampliamente reconocido como una forma de descarbonización de las flotas. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos afirma que las emisiones totales de carbono procedentes de la fabricación, carga y conducción de un VE a lo largo de su vida útil suelen ser inferiores a las de los coches tradicionales. Una investigación de Transport & Environment, organización europea que promueve la utilización de transportes sostenibles, confirma las ventajas medioambientales de los VE. Según sus cálculos, en la UE, el coche eléctrico medio reduce las emisiones en casi dos tercios en comparación con los vehículos de gasolina o diésel y esta ventaja aumenta a medida que avanza la tecnología.
Es cierto que los vehículos eléctricos, al igual que otros automóviles, aún contribuyen a la contaminación del aire al generar pequeñas partículas por la fricción de los frenos, neumáticos y superficies de las carreteras. Sin embargo, ofrecen una mejora significativa en comparación con los automóviles de gasolina.
En 2022, la Asociación Americana del Pulmón publicó un informe titulado “Driving to Clean Air: Health Benefits of Zero-Emission Cars and Electricity” (“Conduciendo hacia un aire limpio: beneficios para la salud de los automóviles con cero emisiones y la electricidad”), en el que se destacaban los efectos nocivos de la contaminación atmosférica en niños y adultos. Estos efectos incluyen problemas respiratorios como sibilancias y tos, infartos, derrames cerebrales y muerte prematura. El informe concluye que los vehículos de combustibles alternativos podrían mejorar drásticamente la calidad del aire y reducir los riesgos para la salud.
El informe “Delivering Clean Air. Health Benefits of Zero-Emission Trucks and Electricity” destaca el impacto de la contaminación atmosférica en la salud humana
La electrificación de las flotas permite alimentar los vehículos con fuentes de energía renovables como solar o eólica, reduciendo la dependencia del petróleo y el gas natural. Esta medida contribuye a la promoción de un transporte más sostenible y ayuda a mitigar el cambio climático.
La Agencia Internacional de la Energía elaboró Net Zero Roadmap(Hoja de Ruta Neto Cero Carbono), una estrategia para lograr la huella de carbono neta cero para 2050. La electrificación del transporte por carretera desempeña un papel importante para alcanzar este objetivo y se prevé que la electricidad represente el 75% del consumo de energía en este sector para 2050.
Previsión de la cuota de los combustibles en el consumo de energía en carretera, Global EV Outlook 2024
Menor coste de la energía
La electricidad suele tener un precio más bajo y estable que la gasolina o el gasóleo. Además, los motores eléctricos son más eficaces a la hora de convertir la energía almacenada en movimiento que los motores de combustión interna. El ahorro exacto de costes para los propietarios de flotas depende de varios factores, como los precios de la electricidad y el combustible, los tipos de vehículos y la disponibilidad de infraestructuras.
Compensaciones económicas y ventajas fiscales
Los gobiernos de todo el mundo quieren impulsar el despliegue de vehículos eléctricos para cumplir sus objetivos de sostenibilidad. Los sistemas varían mucho de un país a otro. Los incentivos suelen adoptar las siguientes formas:
Créditos y exenciones fiscales. En EE. UU., algunos VE nuevos y usados pueden optar a una desgravación fiscal de hasta 7500 $, que reduce el impuesto sobre la renta del comprador.
Ventajas adicionales. En Noruega, los conductores de vehículos eléctricos se benefician de tarifas reducidas de aparcamiento y acceso a carriles de autobuses, lo que les ayuda a ahorrar dinero y tiempo. Lituania también concede a los conductores de VE acceso al carril de autobuses. En China, los compradores de coches ecológicos obtienen matrículas gratuitas.
Muchas de estas políticas tienen fecha de caducidad. Por lo tanto, confiar en estos incentivos a largo plazo no es recomendable. Si necesita un ejemplo, tome Londres: las autoridades pondrán fin al descuento para vehículos de cero emisiones en diciembre de 2025, lo que significa que los conductores de VE pagarán una tasa diaria de 15 libras en lugar de la actual de 10 libras anuales para acceder a determinadas zonas de la ciudad en horas punta.
Imagen de marca positiva
Las empresas suelen apoyar la tecnología ecológica para mejorar su reputación y atraer a clientes con conciencia ecológica. Al mismo tiempo, estas iniciativas crean valiosas oportunidades de relaciones públicas: es más probable que los medios de comunicación destaquen los esfuerzos de sostenibilidad, aumentando la visibilidad de la marca en el mercado. El enfoque de marketing ecológico resulta tan atractivo para las empresas que ha aparecido otra tendencia: el llamado greenwashing, cuando las empresas gastan más dinero en promocionar su imagen ecológica que en realizar cambios sostenibles en sus productos.
Avance tecnológico
La mayoría de los vehículos eléctricos modernos utilizan baterías de iones de litio, que almacenan más energía en el mismo espacio que las antiguas baterías de plomo-ácido. El desarrollo de tecnologías de última generación, como las baterías de estado sólido, promete mayores autonomías y tiempos de carga más rápidos para los VE.
Además, se están introduciendo muchas mejoras en las infraestructuras, desde servicios de sustitución de baterías hasta sistemas de carreteras eléctricas. Coinciden con los objetivos más globales del desarrollo de la movilidad en las ciudades inteligentes. Esta prometedora tendencia implica la integración de tecnologías avanzadas y prácticas sostenibles para crear un sistema de transporte respetuoso con el medio ambiente y de alta eficiencia energética.
Asimismo, las empresas de software de gestión de flotas dirigen su atención al transporte eléctrico, ayudando a optimizar su eficiencia. Una de las actualizaciones de Wialon en 2024 es un sensor para el control de nivel de batería de los vehículos eléctricos, que permite a los clientes de nuestros socios controlar fácilmente las operaciones de su flota eléctrica y analizar los datos entrantes.
Mayor asequibilidad y una nueva fuente potencial de ingresos
El informe Global EV Outlook 2024 estima que los precios de los vehículos eléctricos seguirán bajando gracias al abaratamiento de las baterías y a la intensa competencia en el mercado. La paridad entre los precios al por menor de los vehículos eléctricos y los de gasolina cambiará las reglas del juego para consumidores y empresas. Este cambio ya es evidente en China: en 2023, las marcas locales ofrecieron casi 50 modelos eléctricos asequibles, muchos de ellos por debajo de los 100 000 yenes (14000 dólares). Esto coincide con el rango de precios de los coches pequeños de gasolina y diésel más vendidos, entre 70 000 y 100 000 yenes (entre 10 000 y 14 000 dólares).
Además, existe una prometedora tecnología de vehículo a red (V2G) que permite a las baterías de los coches devolver a la red eléctrica la energía no utilizada. Esto ayuda a equilibrar la oferta y la demanda, haciendo que el sistema eléctrico sea más eficiente y fiable. En el futuro, los VE podrían ganar dinero actuando como “baterías sobre ruedas”: cargando cuando la demanda es baja e invirtiendo el flujo en horas punta.
V2G convierte el coche eléctrico en la “batería sobre ruedas”
La tecnología V2G todavía está en desarrollo, pero ya no es una quimera. En 2024, un programa de prueba en Australia ensayó con éxito una flota de Nissan Leaf como fuente de energía de respaldo durante los apagones. Además de Nissan, los modelos de VE de Hyundai, Renault, BYD y MG de SAIC son capaces de cargar bidireccionalmente. Es probable que los sigan otros fabricantes.
La introducción de nuevas tecnologías no suele ser fácil. A pesar de los éxitos ya conseguidos y del prometedor futuro que nos espera, los vehículos eléctricos siguen enfrentándose a muchos retos. Es esencial ser consciente de ellos; de lo contrario, la empresa puede sufrir pérdidas.
En 2021, la empresa de alquiler de coches Hertz invirtió en casi 60 000 vehículos eléctricos en EE. UU., pero tuvo que reducir la inversión en 2024, cambiando un tercio de su flota eléctrica por coches de gasolina, con una pérdida prevista de unos 12 250 dólares por vehículo. Los ejecutivos mencionaron mayores costes operativos, incluida la reparación de daños y la depreciación. Algunos expertos opinan que el problema no eran los VE, sino la mala gestión y la insuficiente inversión en infraestructuras.
A continuación, compartimos una lista de los retos más comunes que deben tener en cuenta los interesados en electrificar su flota:
Los costes iniciales de los VE
El mercado mundial espera que los precios de los VE bajen gradualmente y China ya ofrece modelos asequibles alimentados por baterías. Sin embargo, la realidad es que, en la mayoría de las regiones, el coste inicial de los vehículos eléctricos sigue planteando un reto importante. He aquí un ejemplo sencillo que ilustra el panorama general: en 2024, la consultoría de gestión global Roland Berger informó de que, en Estados Unidos, los nuevos camiones eléctricos de batería podrían ser hasta tres veces más caros que los modelos diésel comparables.
Gastos de mantenimiento
Los VE tienen menos piezas móviles: no hay cambios de aceite, filtros de aire del motor, correas del ventilador ni cajas de cambios que puedan fallar. Sin embargo, sus componentes únicos, como los sistemas de alto voltaje, requieren conocimientos especializados de mantenimiento y reparación. ¿Qué significa esto? Los propietarios de flotas deben invertir en capacitación y equipamiento para su personal o contratar expertos externos.
Probablemente haya oído hablar de la ansiedad de la autonomía, un término que se utiliza para referirse al miedo a que un coche eléctrico no llegue a la estación de carga. Ahora, imagine un camión comercial que recorre largas distancias por zonas rurales. La logística se complica y las pérdidas potenciales aumentan.
La recarga debe estar perfectamente integrada en la ruta del vehículo para maximizar la utilización de la flota. El informe Global EV Outlook 2024 recomienda la carga nocturna en depósitos para vehículos con rutas diarias previsibles, como los servicios de reparto urbano. Esto permite cargar vehículos eléctricos de baja potencia durante largas horas. Los puntos de recarga públicos a lo largo de las autopistas son de gran ayuda para la carga en ruta, especialmente para camiones de largo recorrido y autobuses interurbanos.
El futuro eléctrico está lleno de preguntas sin respuesta. Esta incertidumbre es, sin duda, el mayor obstáculo para el despliegue de los vehículos eléctricos.
Hay tantos puntos débiles que es difícil saber por dónde empezar. Las cambiantes políticas sobre VE afectan a la rentabilidad comercial. La depreciación es otro motivo de preocupación: el precio de reventa de vehículos eléctricos seguramente disminuirá, pero ¿en cuánto? Si a esto le sumamos la poca predisposición humana al cambio, es fácil entender por qué muchos prefieren los vehículos tradicionales, al menos de momento.
A pesar de sus retos, la electrificación de las flotas comerciales ya puede resultar beneficiosa para algunas empresas. El éxito potencial depende de la planificación cuidadosa. Estos son los puntos más esenciales que hay que tener en cuenta para evitar que se produzca la brecha desagradable entre las expectativas y la realidad:
Gama de vehículos y su adecuación. Los ciclos de trabajo de la flota deben coincidir con la autonomía de los VE seleccionados.
Infraestructura de carga. Debe haber suficientes estaciones de carga para cubrir las necesidades operativas de la flota.
Coste total de explotación. Para determinar el impacto económico general de las flotas eléctricas es importante calcular el ahorro de combustible, los costes de mantenimiento y los incentivos gubernamentales disponibles.
Los proveedores de servicios telemáticos pueden apoyar la estrategia de electrificación de las flotas de sus clientes destacando las actualizaciones de soluciones como los sensores de control del nivel de batería de VE de Wialon. En función de las demandas del mercado, Wialon tiene previsto desarrollar más funciones para la gestión eficaz de los vehículos eléctricos.
Aunque la tendencia hacia la electrificación de las flotas no es totalmente predecible, es fuerte y probablemente inevitable. Para algunas empresas, los beneficios ya superan los retos; para otras, esto puede tardar muchos años en ocurrir.
¿Qué les espera a los proveedores de servicios telemáticos? La clave del éxito es mantenerse al día de los últimos avances en tecnología de VE, infraestructuras y normativas regionales, anticiparse a las tendencias del mercado y ajustar su oferta a las necesidades de los clientes.
La implementación de flotas de vehículos eléctricos consiste en integrar los vehículos eléctricos en las operaciones de la empresa. Esta tendencia se debe al impulso de prácticas más ecológicas, a la reducción de los costes de combustible para los propietarios de vehículos y a los avances en la tecnología de los VE.
Estos son los puntos esenciales que los propietarios de flotas deben tener en cuenta para que la electrificación de sus flotas sea un éxito:
Necesidades de la flota: analice sus parámetros de uso actuales (kilometraje diario, rutas, capacidad de carga, etc.)
Selección de vehículos: busque modelos de VE, centrándose en la autonomía, el tiempo de carga y el coste total de explotación.
Infraestructura de carga: evalúe sus necesidades de carga, incluido el número de cargadores necesarios, las velocidades de carga y la ubicación óptima de las estaciones de carga.
Plan de carga: para minimizar el tiempo de inactividad, establezca procedimientos de carga claros, incluidos los horarios, las responsabilidades de los conductores y las estrategias de gestión de costes.
Capacitación: asegúrese de que los conductores y el personal se sienten cómodos con el funcionamiento y la carga de los vehículos eléctricos.
En muchos países, los gobiernos animan a los compradores a elegir vehículos eléctricos ofreciéndoles una serie de ventajas sustanciales. Estas suelen incluir:
Descuentos en la compra de VE.
Incentivos fiscales para los propietarios de VE.
Beneficios adicionales, como tarifas de aparcamiento más bajas o matrículas gratuitas.
La tecnología V2G permite a los vehículos eléctricos devolver el exceso de energía a la red eléctrica, lo que permite a los propietarios utilizar sus coches como energía de reserva y, potencialmente, ganar dinero.
En los Países Bajos, el proveedor de movilidad We Drive Solar es pionero de esta tecnología en Utrecht, con el objetivo de convertirla en “la primera ciudad bidireccional del mundo”. La idea es cargar los coches con energía solar durante el día y devolver la energía a la red durante los picos de demanda de la tarde. En 2023 se asociaron con una plataforma de coches compartidos, ampliando el programa a unos 300 vehículos.
Los proyectos V2G son cada vez más numerosos en todo el mundo: en el sitio web de V2G Hub figuran 149 ejemplos en 27 países. Uno de los últimos es una prueba realizada en 2024 en Australia, en la que 51 automóviles Nissan Leaf proporcionaron energía de reserva durante apagones.
Los factores clave que hay que tener en cuenta de antemano son:
Asegurarse de que los VE tienen la autonomía necesaria para cubrir las distancias requeridas.
Comprobar que hay suficientes estaciones de carga a lo largo de las rutas.
Analizar todos los costes, incluidos los de adquisición, mantenimiento y ahorro de combustible.
Los proveedores de servicios telemáticos pueden atraer a nuevos clientes y retener a los existentes ofreciéndoles soluciones como Wialon para rastrear y gestionar las flotas de vehículos eléctricos. Las funciones avanzadas, como el seguimiento de nivel de la batería, ayudan a garantizar el funcionamiento sin problemas y a optimizar los gastos.
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